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jueves, 19 de abril de 2018

¿QUÉ SE PUEDE HACER PARA REDUCIR EL ESTRÉS DEL DOCENTE?


Hay maneras de disminuir el estrés del docente y aumentar su capacidad para rendir al máximo.

Los líderes escolares pueden ayudar a reducir el estrés de los maestros cultivando condiciones de trabajo que apoyen a los maestros. Los maestros experimentan menos estrés y se comprometen con trabajos más a menudo en condiciones de trabajo satisfactorias. Las condiciones de trabajo que conducen a la mayor satisfacción laboral implican apoyo administrativo y colegiado. En otras palabras, los maestros necesitan que sus líderes brinden comentarios constructivos que ayuden a mejorar su desempeño.

Las escuelas también pueden ayudar a reducir el estrés docente promoviendo interacciones efectivas entre el docente y el alumno. Una forma de lograr esto es mediante el uso de estrategias que recompensen los comportamientos positivos de los estudiantes. Los maestros en las escuelas que utilizan estrategias positivas en toda la escuela para apoyar el comportamiento de los estudiantes experimentan niveles significativamente menores de agotamiento. Para promover relaciones positivas entre docentes y estudiantes, los expertos recomiendan una proporción de cinco apoyos positivos para cada acción punitiva. En otras palabras, los maestros deben recomendar a los alumnos que hagan lo correcto cinco veces más a menudo que quitarles privilegios o regañarlos por hacer algo incorrecto.

Los maestros también deben asegurarse de que se cuiden a sí mismos para que puedan cuidar a los demás. Sin cuidarse activamente, los maestros pierden la capacidad de cuidar a los demás.

Dadas las demandas de la enseñanza, puede ser fácil para los maestros poner fin a sus propias necesidades. Un plan integral de autocuidado puede ayudar a los maestros a identificar signos de estrés y mejorar sus habilidades de manejo del estrés. Los ejemplos de estrategias para reducir el estrés con el apoyo más científico incluyen el ejercicio y la meditación consciente. El ejercicio requiere esfuerzo físico y tienen beneficios más allá de la aptitud física. Ambos también activan hormonas que alivian el estrés y se asocian con un mejor enfoque mental y estado de ánimo. No se requieren habilidades específicas para la meditación de atención plena, e incluso con unos pocos minutos de práctica la mayoría de los días, los beneficios incluyen mejoras a la autoconciencia, la concentración mental y la regulación de las emociones.



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