Cuando las escuelas, padres y familiares colaboran
adecuadamente, todos se benefician. La colaboración entre estos actores ayuda a
aumentar la motivación y el rendimiento de los estudiantes, independientemente
de su nivel socioeconómico o origen cultural. Además, las escuelas obtienen una
mayor comprensión de los intereses y personalidades de los estudiantes.
Cuando las escuelas y las familias trabajan juntas para
apoyar el aprendizaje, los niños tienen más probabilidades de asistir a clase
con regularidad, disfrutar el estudio y obtener mejores calificaciones.
Meta 1: Integración familiar.
- Sociedad
de familia: en lugar de una sociedad de padres, tutores y amigos de la
escuela, la comunidad educativa se ve como una familia.
- Participación
de las familias: se busca aprovechar los conocimientos de los padres y
otros miembros de la comunidad para mejorar los programas educativos.
- Compartir
el poder: las familias y los profesores tienen el mismo peso en las
decisiones que afectan a los niños, y ambos inspiran, modifican y crean
normas, prácticas y programas.
- Comunicación
eficaz: las familias y los profesores mantienen una comunicación
frecuente, recíproca y valiosa en relación con el aprendizaje de los
estudiantes.
Te invitamos a dejar tu comentario para enriquecer esta
propuesta.
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